En innumerables ocasiones hemos tenido acceso a encuestas, estudios e incluso experimentos que trataban de demostrar el comportamiento distinto de mujeres y hombres ante la lectura, un hobby muy importante en la formación de la persona.
Desde aquí vamos a intentar desmontar o confirmar todos los mitos y creencias que conciernen a este asunto.
1º MITO: Las mujeres leen más
lectura post-coital |
¿En que me baso?. Muy sencillo: si dispones de una hora al día para dedicar al ocio, si te pones a leer, quedará menos tiempo para follar. Esto nos lleva a pensar que los "fast eyaculators" o eyaculadores precoces, sean considerados machos evolucionados y adaptados a las nuevas realidades del sexo, en consecuencia con el poco tiempo del que diponemos para follar.
¡Ojo!, hacer el amor no entra en el tiempo de ocio, es parte de las obligaciones de la pareja.
Como consecuencia de que las mujeres leen más, aumentan las profesionales de la rama (rameras), los machos acuden al "hágalo usted mismo" (de ahí el éxito de Bricomanía entre los varones) y aumenta la venta de vaselina para "engrasar" las puertas del armario, aunque esto último no está demostrado empírólicamente.
2º MITO: Las mujeres comprenden mejor lo que leen
Lectura Ilustrada Monotemática |
¿Cual de las dos posturas es mejor?. Volviendo a la escasez de tiempo libre para dedicar al ocio, el hombre saca mucho más tiempo para follar (aunque no lo consiga) al comprender "ipso facto" lo que lee ilustradamente y además esa lectura le prepara para esa actividad. Lectura orientada a objetivos, la mentalidad práctica del macho puesta de manifiesto. El problema: lo que le cuesta al varón bajar la bandera una vez izada.
3º MITO: Como leen más, las mujeres tienen una imaginación más rica.
Discutible. Cuando un hombre pasa al lado de unha mujer imponente, se imagina 1010 cosas que hacer en caso de contar con el beneplácito de la mencionada dama. Lástima que muy pocas veces esa imaginación se transforma en algo tangible, quedándose en el retrete la mayoría de las veces. Lo mismo le ocurre cuando lee, normalmente, como ya hemos explicado, en el excusado.
La imaginación de ellas es menos previsible, pero casi siempre orientada a mundos etéreos lejanos a los placeres carnales, quizás como consecuencia de la lectura, quizás consecuencia de su gusto por hacer el amor y no follar.
Depende.
lectura anterior al acto |
b) Durante: imposible en el macho, que no puede ver nada más que los atributos de la hembra y más que posible en la hembra, sobre todo en los casos de "fast eyaculators" en los que quizás la hembra no haya llegado a pasar de hoja durante el acto.
c) Después: el macho pretende leer el manual de instrucciones de su herramienta a ver si encuentra algún truco o subterfugio para que el soldado vuelva a levantar la bandera y la hembra continua con su lectura enriquecedora y su imaginación divagando.
5º MITO: Lo que leemos dice mucho de nosotros
Totalmente cierto. Veámoslo con ejemplos.
a) Vemos a una dama imponente leyéndose el último libro de Punset o Saramago en la playa tomando el sol. En base al estudio de estos mitos, lee mucho pues no deja de hacerlo ni en la playa, reflexiona mucho y le gusta leer temas profundos e inquietantes. Todo esto implica que no folla mucho, pero tampoco le interesa.
b) El mismo caso que el anterior, pero el que lee es un varón de mediana edad. Lee poco, no reflexiona nada y lo único que pretende es intentar atraer a cualquier hembra, la primera que caiga, porque no folla nada, está más solo que la una, y está harto de Bricomanía. Si el viejo truco del libro profundo no funciona, no le quedará más remedio que acudir a las profesionales de la rama. Lo de estar en la playa es por ver el género, que más de una ocasión y con ligues de discoteca oscura, ha tenido que inventarse una excusa para desaparecer y lamentar profundamente lo que se le pasaba por la cabeza.
© FUNES 2.012
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