Aunque ya conocemos el machismo del idioma castellano, utilizando acepciones masculinas para las cosas buenas (algo «cojonudo es algo muy bueno) y acepciones femeninas para las malas (un «coñazo» es algo muy malo), vamos a conocer otro caso en el que acontece todo lo contrario, el masculino tiene la connotación negativa y el femenino la positiva: cuento y cuenta.
Aunque tienen algo en común, pues cuentos y cuentas han de cuadrar y para realizar unos y otras es necesario saber contar, son conceptos muy diferentes. Veámoslo.
ejemplo de cuenta |
ejemplo de cuento |
Las cuentas son exactas, los cuentos depende: así, en una cuenta, dos más dos siempre son cuatro, mientras que en un cuento, depende de quien lo cuenta y la «mordida» que se lleve. Y me atrevería a decir más, la misma cuenta repetida mil veces, siempre tiene el mismo resultado salvo error u omisión, mientras que un cuento contado mil veces tiene mil resultados distintos, precisamente por error u omisión
El profesional que vive de las cuentas se llama contable o matemático, el que vive de los cuentos , cuentista o tertuliano. Podríamos afirmar que, en general, el contable llena su cartera con las cuentas , el cuentista con los cuentos . Aunque las diferencias entre un contable y un cuentista son obvias, existe un profesional que hace cuentas y cuentos a la vez: se trata del financiero, que ha proliferado en los últimos años en España con mucha fuerza cultivando con notorio éxito ambas disciplinas, (y si no, que se lo cuenten a los preferentistas). Ahí tenemos los casos de Rato, Blesa, De La Rosa, los dirigentes de la CAM etc. etc.
Las cuentas son las herramientas de la contabilidad y las matemáticas, los cuentos son las herramientas del cotilleo y chismorreo. Si haces una cuenta y no cuadra, te has equivocado, si cuentas un cuento y no cuadra, has mentido o difamado.
contables trabajando |
Cuentistas "trabajando" |
La cuenta te la hace al terminar el del bar don de cenas, el cuento lo hace don Bár cenas.
Resulta curioso constatar que Telecinco cuadra sus cuentas gracias a los cuentos .
Las cuentas son cálculos de la mente, mientras que los cuentos pueden producir cálculos en la mente.
Las cuentas están todas inventadas, sus únicos cambios vienen dados por los valores (numéricos) que se operan. Los cuentos se inventan más cada día que pasa, precisamente por la falta de valores (éticos, morales y monetarios) de quien los inventa
Para realizar algunas cuentas hay que poner empeño, mientras que muchos cuentos giran entorno al «empreño»
Hay algunas personas a las que hay que tener mucho en cuenta, mientras que hay otras que lo que tienen es mucho cuento.
Si te cuentan un cuento para que aprendas a hacer una cuenta, te están enseñando (método didáctico), mientras que si te cuentan un cuento para que te cuadre la cuenta, te están timando (método de estafa).
Hay bastante diferencia entre hacerle la cuenta a alguien (cobrarle) o hacerle el cuento a alguien (engañarle).
Las cuentas no distinguen de nacionalidades: da igual hacer una cuenta europea que una china, el resultado es el mismo. En los cuentos la cosa cambia: el cuento europeo no tiene nada de especial pero el cuento chino, por su redacción oriental (o por algo así), no se lo traga ni dios. Dentro del cuento europeo hay una excepción: el cuento español, que es la versión europea del cuento chino.
Cuento chino para españoles e hispanos |
Las cuentas tampoco distinguen de edades: da igual hacerle la cuenta a una vieja que a una joven. Sin embargo, yo prefiero hacerle el cuento a una joven antes que a una vieja....
Haciendo el cuento a una joven |
La cuenta es lo que hace siempre un ama de casa para estirar su dinero desde un momento actual dado, hasta fin de mes, mientras que el cuento es lo que nos dice un político, banquero o cualquier otro cuentista que quiere estirar sus actuales fines de mes desde un momento dado hasta siempre.
Después de algunas cuentas, te queda la cabeza cuadrada, mientras que después de algunos cuentos lo que te quedan cuadrados son los huevos.
Huevos cuadrados (transgénicos) |
Si sales de cuentas un viernes por la noche, eres mujer y estás embarazada. Si sales de cuentos un viernes por la noche, eres gilipollas, y tertuliano del sálvame.
Algunos cuentos llevan moraleja, y algunas cuentas sin moral te dejan.
Los cuentos de las mil y una noches, abren tu imaginación y las cuentas de las mil y una noches lo que abren es tu cartera. Los cuentos de las mil y una noches son como el parchís, te comes una y cuentas veinte, las cuentas de las mil y una noches, no te comes ni una y pagas veinte.
Estado financiero después de las mil y una noches... y no me extraña.... viendo la corbata hortera |
Y finalizo ya, porque va siendo hora de que te des cuenta de todo esto que te digo no es más que un cuento
© FUNES 2015
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