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sábado, 22 de agosto de 2015

ADOPTA A UN GILIPOLLAS.COM

Cuando el pasado 1 de Julio entró en vigor la Ley de Seguridad Ciudadana empecinada en convertir el mal gusto o la mala educación en delito, pocos podíamos pensar que quedase algún vacío en tan exhaustivo recorrido por el catálogo de memeces y chuminadas surtidas tipificadas como delito, Pero el gabinete jurídico de The Letrina Times, reunido de urgencia en un cagadero-sarcófago playero  de plástico, ha destapado varias tonterías y mamonadas (porque no se les puede poner otro nombre) que se han escapado a la puntillosidad y rigor con que ha sido elaborada la conocida popularmente (por el partido popular) como Ley Mordaza.

Reunión jurídica sobre la ley mordaza

Dentro de la reunión de nuestro gabinete jurídico en el cagadero playero, ha habido varias posturas (unos sentados, otros en cuclillas, otros de pie, unos pocos decúbito supino, y otros decúbito prono e incluso algunos de rodillas) en cuanto a los motivos de ese «vacío legal» con respecto a tales «mariconadas» ausentes en el completo recorrido efectuado por la ley por las memeces hispánicas.

La controversia en la reunión viene, en concreto, por la ausencia en la ley del delito conocido vulgarmente como «ser gilipollas», «hacer el gilipollas» o «hacer gilipolleces o gilipolladas», términos ambos sinónimos, Unos cuantos expertos, los que estaban decúbito prono y los arrodillados , abogan porque ha sido un olvido fortuito, como cuando te olvidas en casa las llaves del coche y al volver a por ellas te encuentras a tu mujer follando con el butanero. Y un grupo más numeroso defienden que tal vacío legal viene impuesto para salvaguardar la integridad del gobierno en pleno y evitar que sus miembros al completo fuesen procesados por tal delito, argumentando que la salida de Wert del gobierno es un claro indicio de tal olvido.  Claro que Fernández Díaz también ha demostrado ser un digno telonero de Wert. Pero, sin duda, en lo que coinciden ambas posturas es en que si se sigue el razonamiento lógico de que, por la tan tradicional, tan hispánica y creativa actividad de insultar a un árbitro en un partido de fútbol pueden enchironarte o imponerte una sanción pecuniaria, por ser gilipollas o hacer gilipolleces o gilipolladas deberían sentenciarte a siete cadenas perpetuas y un día de prisión.

¿Vacío legal por descuido o premeditado?
El grupo de expertos que se inclinan (no mucho porque si no puede tumbarse el cagadero con el consiguiente removimiento de mierda tan poco usual en nuestro país), por la intencionalidad de la ausencia de estos delitos en la mencionada ley, argumentan también que en caso de que tal delito fuese recogido (como las deposiciones caninas) dentro del extenso abanico de tonterías, estupideces y otras hierbas que se integran como delito en esa ley, el erario público vería incrementado notablemente sus ingresos por concepto de sanciones, en unas cantidades difíciles de evaluar, pero en todo caso elevadísimas y que solo se podrían comparar con la audiencia millonaria de telecinco en prime-time con un reality de mierda.

Un «adoptado» luce orgulloso su camiseta
Y argumentan que gilipollas los hay para dar y tomar. Es raro el día que no te tropiezas con un par de los catalogados como «recalcitrantes».... y en verano su número se eleva exponencialmente como consecuencia de la migración de los gilipollas exóticos.

Y la confirmación de que este delito preocupa mucho al gobierno, sobre todo lo que concierne a las actuaciones de sus miembros y «miembras», está en la campaña que lanzará el próximo otoño el ministerio de Sanidad y Con Sumo (malgusto) con el eslogan de «Adopta a un gilipollas» de cuya existencia nos hemos enterado en nuestra redacción por una filtración de aguas fecales. Al parecer se trata de otra de las brillantes campañas del ministerio como la de «Bebe con moderación, es tu responsabilidad» (aunque el gobierno te dé motivos sobrados) o la de «Fumar mata» (pero financia al estado) o las de las «vías rápidas» (para evitar accidentes)

En esta campaña, se pone de manifiesto la necesidad de sostener económicamente a los gilipollas, sobre todo aquellos que, aún teniendo el poder y mando en plaza suficientes, han quedado limpios y al margen de los casos de corrupción y corruptelas habituales y tradicionales de nuestro país. Es evidente que son gilipollas igual que los que se ponen de manifiesto con aspavientos al volante de potentes automóviles, los que saludan torciéndote la cara, los que se cuelan en la cola del súper como si por ello ganasen algo más que el título honorífico de gilipollas del mes, los refinados que te llaman la atención por hablar a gritos en España, los que con un simple certificado de escolaridad saben más de medicina que cualquier médico internista con 30 años de experiencia, los simpáticos que en la cola de la taquilla del cine, te hacen un spoiler de la pelicula, etc. etc.

Fijo que es judío
Con tanta densidad de gilipollas por metro cuadrado, es natural que el estado no pueda mantenerlos, y al no sancionarlos para evitar procesar el gobierno en pleno (aunque dudo que pasase nada), necesita fuentes de financiación. De ahí lo de la adopción. Según la filtración de nuestra redacción, la adopción conllevará importantes ventajas e incentivos fiscales para los adoptantes, en función del grado de gilipollez del adoptado en cuestión. Así, si adoptas a José Luis Morreno y sus muñecos, la desgravación fiscal será menor que si adoptas a Alfredo Pérez Ruvalcabra, ya que la irrupción de José Luis Morreno en un hogar es menos traumática y más divertida que la de irrupción del triste de Ruvalcabra. Pero hay un caso, que según hemos podido saber, es sangrante. Se trata de Cristóbal Mon Toro de la Vega, que representará la desgravación máxima posible por adopción de gilipollas, cosa que se nos antoja totalmente injusta e indignante, porque ya cobra por ejercer de gilipollas. 

A este lo han quitado del catálogo. Pasa de gilipollas al siguiente grado para arriba
Para realizar las adopciones de gilipollas, el ministerio ha implementado una web (www.adoptaaungilipollas.com y www.adoptaaungilipoyas.com, evidentemente) en la que aparece el catálogo de los gilipollas disponibles, su importe de apadrinamiento mensual, la desgravación fiscal aparejada y el periodo de adopción (a elegir). Con una interface muy visual, adoptar a un gilipollas será mucho más sencillo que aguantarlo después. En breve estará disponible en las plataformas de Google play para android y en el Apple store.

Y también nos llegan rumores de que para noviembre el ministerio abrirá otra web, dedicada a presidentes del gobierno que se quedan en paro..... www.eltontoquetodolosabía.com o www.findelacita.com


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