En su infinita bisoñez, PRETENDE DAR EJEMPLO DE «UNA VIDA DIGNA CON UN TRABAJO DE MIERDA»
El presidente del gobierno MarCiano, Rajoy, ha tomado una decisión sin precedentes en el mundo de la política universal: ha presentado su dimisión irrevocable como presidente para dedicarse a la noble profesión de cartero comercial por horas.
Según informan fuentes de cuatro caños del jardín de palacio, la decisión tiene mucho que ver con la aparición del nuevo catálogo de IKEA. Y es que, al parecer, después de casi cuatro años haciéndose el sueco al frente del gobierno, su mimetización como sueco ha sido tan perfecta que ya ha adoptado los gustos y costumbres de esos ciudadanos nórdicos, y como tales se ha convertido en devorador y consumidor de todos los productos de su más importante multinacional. Tan claro indicio se ve confirmado por los cuatro pelagatos que le siguen en Facebook, donde, según ellos, todos los días a primerísima hora reciben en sus muros el mensaje de que «a Mariano Rajoy Brey le gusta Ikea», o los dos pringados que le siguen en Twitter también confirman los múltiples mensajes diarios que llegan a su correo de «Mariano Rajoy Brey ha retwiteado o marcado como favorito un mensaje de Ikea»
Mariano Rajoy explicando su decisión |
Rajoy, haciéndose el sueco |
El vídeo «motivador» del presidente
Indagando en como le surgió la idea, las fuentes de cuatro caños de palacio han manifestado que la inspiración le llegó en cama acostado, leyendo el catálogo de Ikea, su lectura diaria favorita antes de dormir, cuando pudo observar perplejo «lo baratos y bonitos que son los buzones de la serie Pråesident». En ese momento, saltó en el lecho, irguiéndose y gritando por lo que el llamó una «revelación»: ser cartero comercial.
La dirección de Ikea, que está compuesta por suecos pero no por ello, gilipollas, lejos de lo que cabría pensar, no ven bien tan insólita decisión. Sabedores de que a Ikea se le conoce en la calle popularmente como FrIkea, o la república independiente de los frikis, que Rajoy engrose sus filas, no sería más que la confirmación de esa creencia popular de raros o extraños, con ideas frikis y extravagantes, condenando al futuro de la firma quizás al fracaso o a la marginalidad del mercado de sibaritas aburridos. De momento, públicamente no han dicho nada sobre el particular y al conocer la noticia, como buenos suecos, se han limitado a seguir comiendo sus exquisitas (para ellos) KÖTBULLAR (albóndigas de carne ecuestre)
En cuanto a las reacciones en España, la oposición considera que con este esperpento Rajoy hace honor a su apellido y «se raja» ante la inminente derrota que sabe que se le avecina en las próximas elecciones generales.
En cuanto al gobierno, existen dos vías en cuanto a las reacciones. Por un lado está la gente pez, los integrantes de los mundos de yupi, que considera que es una buena medida para promocionar los excelentes resultados de la exitosa reforma laboral llevada a cabo por este gobierno. Pero, por otro lado, hay un sector muy crítico (cosa rara en el PP), la facción más reaccionaria que considera que es otra de las ideas peregrinas del ya ex-presidente.
Este sector crítico recuerda en un comunicado tres de las brillantes ideas del nuevo cartero comercial a tiempo parcial del catálogo de IKEA. La más brillante y desternillante fue cuando pidió que le enviasen por fax a Moncloa la cartilla militar del general Francisco Alemán Castro, quien declaró en la prensa que era necesaria una intervención urgente en Catalunya (por algo se apellida Alemán). Una vez recibida la cartilla militar, lo que pretendía el presidente era llamar por teléfono al militar y leérsela, siguiendo a pies juntillas la brillante idea de «leerle la cartilla», que le fue transmitida por un asesor presidencial para asuntos militares. Pero no contento con eso, y para calmar los ánimos castrenses, concedió permiso para que en Catalunya se realizase una intervención castrense quirúrgica: de castración de un perro de raza «payés».
La segunda idea peregrina que tuvo Rajoy no hace mucho tiempo, para apaciguar los ánimos independentistas en Catalunya, fue seguir la idea de otro asesor de imagen que le sugirió que nombrase algún ministro catalán. Y se lo tomó al pie de la letra, incluso traducido su lengua: Nombró ministro de Justicia a Rafael Catalá.
Y ya, la más peregrina de todas sus ideas, la tuvo cuando el ministro de Economía le sugirió que era necesarias ciertas medidas drásticas para apaciguar a la prima de Riesgo. Rajoy argumentó que era más partidario del diálogo que de de las medidas drásticas y, ni corto ni perezoso, el ufano presidente, comunicó al jefe de protocolo de la Moncloa, que le concediese audiencia «a esa señora tan crispada y problemática que es prima de un tal señor Riesgo» para asustur a una cena de gala en Moncloa . «Dialogando se entiende la gente», agregó orgulloso. «Además, en el PP sabemos como tratar a los primos», concluyó tajante.
En cuanto a las reacciones en España, la oposición considera que con este esperpento Rajoy hace honor a su apellido y «se raja» ante la inminente derrota que sabe que se le avecina en las próximas elecciones generales.
En cuanto al gobierno, existen dos vías en cuanto a las reacciones. Por un lado está la gente pez, los integrantes de los mundos de yupi, que considera que es una buena medida para promocionar los excelentes resultados de la exitosa reforma laboral llevada a cabo por este gobierno. Pero, por otro lado, hay un sector muy crítico (cosa rara en el PP), la facción más reaccionaria que considera que es otra de las ideas peregrinas del ya ex-presidente.
Este sector crítico recuerda en un comunicado tres de las brillantes ideas del nuevo cartero comercial a tiempo parcial del catálogo de IKEA. La más brillante y desternillante fue cuando pidió que le enviasen por fax a Moncloa la cartilla militar del general Francisco Alemán Castro, quien declaró en la prensa que era necesaria una intervención urgente en Catalunya (por algo se apellida Alemán). Una vez recibida la cartilla militar, lo que pretendía el presidente era llamar por teléfono al militar y leérsela, siguiendo a pies juntillas la brillante idea de «leerle la cartilla», que le fue transmitida por un asesor presidencial para asuntos militares. Pero no contento con eso, y para calmar los ánimos castrenses, concedió permiso para que en Catalunya se realizase una intervención castrense quirúrgica: de castración de un perro de raza «payés».
El coronel español Alemán Castro |
El ministro catalá |
Riesgo, el primo de la señora problemática |
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